El sabor costeño, por Bogotá y a Cartagena
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Lejos estaba de pensar Loly Fuentes que se convertiría en la nueva representante de Bogotá.
Lejos estaba de pensar Loly Fuentes, joven barranquillera de 22 años, que se convertiría en la nueva representante de Bogotá para competir por la corona en el Concurso Nacional de Belleza 2012.
En una calle bogotana, un lugar poco convencional para encontrar a la que podría ser la futura reina de belleza de nuestro país, un diseñador descubrió a Loly Fuentes, quien es hoy en día la Señorita Bogotá. De ojos claros y 1,74 m de altura, la belleza de la joven estudiante de tercer semestre de Psicología deslumbró no solo al experto en moda sino también a los jurados que dieron su veredicto final el pasado 24 de abril en el auditorio del Gimnasio Moderno de Bogotá.
A pesar de mostrarse poco interesada en el tema, rechazando la oferta varias veces, la insistencia del diseñador y el interés personal de la barranquillera por liderar eventos sociales terminaron convenciéndola de afrontar el reto de intentar retornar la corona a la capital, que desde 1993, con Carolina Gómez, no se conquista.
Para Loly Fuentes, su origen barranquillero no es un impedimento para representar de forma exitosa a la capital colombiana. Para ella lo importante es continuar con su proceso formativo, al cual le pondrá todo el entusiasmo, la disciplina y la responsabilidad que desde pequeña la caracterizan y que junto al sabor costeño que corre por sus venas y sus cualidades físicas, le permitirán convertirse en una fuerte contrincante en Cartagena.
Son más de seis meses de preparación en los que la actual Señorita Bogotá quiere reforzar el manejo de nuevos idiomas, las rutinas físicas, los conocimientos en cultura general y la pasarela. Esta última, su carta más preciada a jugar para convertirse en la próxima soberana nacional.
Son más de seis meses de preparación en los que la actual Señorita Bogotá quiere reforzar el manejo de nuevos idiomas, las rutinas físicas, los conocimientos en cultura general y la pasarela. Esta última, su carta más preciada a jugar para convertirse en la próxima soberana nacional.
''No quiero ser una reina acartonada, como a veces se presentan al concurso'', dice Loly. Ella tiene como objetivo establecer un contacto cercano con la gente, que le permita no solo ser reconocida sino también recordada y querida por muchos.Además, valora que su carrera va de la mano con el trabajo social.
El destino del certamen de belleza más importante del país no está escrito. Ahora solo queda esperar que sea Loly Fuentes Luna, una barranquillera bien cachaca, quien les devuelva a los bogotanos la alegría de recibir en sus calles la corona.
Por: Lessly Alfonso Trujillo.
Especial para elenco
Por: Lessly Alfonso Trujillo.
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