Su padre, José Luis Fernández, es hijo de inmigrantes españoles que salieron de su país huyendo de la dictadura franquista, mientras que su madre, Nadia Krupij Holojad, tiene ascendencia de inmigrantes de Ucrania y Polonia, que huyeron del régimen comunista imperante entonces en ambos países.
Ese espíritu democrático, evidentemente heredado de sus padres, llevó a Estefanía a protagonizar un acto lleno de simbolismo, cuando le correspondió entregar la corona de la belleza universal. Entonces hizo el desfile por la pasarela sosteniendo la bandera venezolana, pero la de siete estrellas, no la de ocho, que es la que el régimen chavista había impuesto con anterioridad.
Con ello, era más que notorio que Estefanía deseaba fijar una posición a favor de las libertades que poco a poco nos han ido conculcando a los venezolanos. Ese gesto quedará para siempre para enaltecerla como una miss, esta vez sí, auténticamente bella por dentro y por fuera.
Bien por ella. Y felicitaciones por sus 23 años, edad a la cual llega más espectacular que nunca, tal y como podemos verla en los numerosos comerciales televisivos en los que aparece, así como en el reality show semanal “Todo por la corona”, que transmite los lunes Venevisión.
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