En 2011 Joaquín Riviera le dijo a Daniela Kosán: "¿Te importaría animar el Miss Venezuela solo por esta edición?". Ella aceptó y no se arrepiente, pero en entrevista con La Verdad confiesa que no está interesada en volverlo a hacer. "Ni siquiera me lo han propuesto. Yo no soy talento del canal ni estoy contratada por Venevisión". Su deseo es otro, aunque está consciente de que -tal vez- no será todavía. "Quiero animar el Miss Universo y para eso tengo una carta bajo la manga, la cual presentaré a Donald Trump".
La modelo y animadora venezolana sabe que eso implicaría muchos sacrificios: "Mudarme para Nueva York, viajar de aquí para allá y de allá para acá, mantener conversaciones y prepararme demasiado. No sé si estoy lista, pero lo estoy buscando, estoy haciendo todos los esfuerzos". Mientras tanto, está esperando la "oportunidad de oro". Si le llega, la recibe; no está afanada. Prefiere dedicarse a su familia, a su esposo y a su hijo, y a viajar por todo el mundo.
Su empresa
Lo que sí la tiene motivada es la línea de perfumes que lleva su mismo nombre y que en cuatro años ha crecido grandemente, cautivando a venezolanas y a venezolanos y dándole a esta exmiss Venezuela un motivo para estar ocupada e ilusionada. "Siempre tuve la inquietud de tener un negocio propio, que fuera una fuente de empleo y que además llevara mi firma e imagen. Dos personas sirvieron de influencia para que yo comenzara definitivamente: Carolina Herrera y Paris Hilton. A esta última la entrevisté cuando lanzó su fragancia y decidí que yo debería hacer lo mismo".
Kosán comenzó un trabajo de investigación por Italia. "Hice un taller de cosmetología y me encontré con gente buena, socios que confiaron en mí. Se hizo la inversión y le coloqué mi sello a las fragancias y las botellas. Tengo una ventaja, que son dos ojos, una nariz, una boca, un metro 80... O sea, yo". Al principio comenzó con el método de puerta a puerta, como se hace con los productos de Avon y L'bel, hasta que Duty Free Caracas la llamó para colocar los perfumes en la tienda del aeropuerto de Maiquetía.
"Quedé loca, fue una gran noticia y desde entonces nos va súper bien. Ya tenemos nuestros propios estands en la capital y en Valencia. Las personas están felices con lo que ofrecemos, tanto así que los caballeros me pidieron que creara un aroma para ellos y les encantó".
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